Cuando hemos perdido alguna o varias piezas dentales, éstas deben de ser repuestas para que no se vean afectadas las que están próximas a la ausencia. La mejor forma de sustituirlas es mediante implantes dentales. Éstos son raíces artificiales que hacen las funciones de la pieza o piezas que hemos perdido.
Una vez el implante se ha integrado en el hueso, se colocará la prótesis definitiva. Esta irá cementada o atornillada al implante. Es lo más parecido a nuestros dientes naturales, ya que quedan fijos, y no tenemos que preocuparnos nada más que de cuidarlos. Cuando solo nos falta una pieza, colocaremos un implante con su diente correspondiente.
Pero cuando nos falta más de una pieza no es necesario implante por diente perdido, sino que se distribuyen un número de implantes para soportar una estructura con las piezas que vamos a colocar. El proceso es sencillo, solo requiere de una simple anestesia local, y no está considerado cirugía. No es necesario pedir la baja en el trabajo. No implica complicaciones en la vida diaria del paciente, ya que las molestias que se derivan de la intervención son leves y están concentradas en la propia cicatriz.
Para cuidar el implante dental tan solo es necesario mantener tu higiene y salud bucodental al día.