Hace ya tiempo que los profesionales de la salud bucodental venimos advirtiendo de las consecuencias que puede tener el uso de alineadores sin la prescripción y supervisión de un dentista.
En este sentido, el Consejo General de Dentistas de España ha vuelto a mostrar su preocupación por la proliferación de este tipo de negocios que se publicitan, sobre todo, en redes sociales, ya que el uso de estos alineadores sin control alguno supone un grave riesgo para la salud.
Este tipo de tratamientos van única y exclusivamente enfocados a mejorar la estética dental, es más, suele ser el único reclamo utilizado para promocionar su uso, de una forma tan fácil que, por lo general, resulta altamente atractiva para el público, sobre todo, el más joven.
Pero estamos hablando de un tratamiento de ortodoncia, es decir, de una especialidad odontológica encargada de corregir los dientes y huesos que se encuentran en posición incorrecta para mejorar, efectivamente la estética, pero también la oclusión y la funcionalidad de los mismos.
Una malposición dentaria puede generar otras molestias en el resto del cuerpo, como tensión en los músculos de la masticación, síndrome témporo-mandibular (STM), dolores en el cuello, hombros y espalda, entre otros.
De ahí nuestra preocupación como profesionales de la odontología ante reclamos que, aún pareciendo seguros y atractivos, pueden derivar en graves problemas de salud bucodental. Está en juego la salud pero, además, los resultados estéticos prometidos pueden no ser los esperados.
Tener la información necesaria y adecuada para poder desconfiar de este tipo de tratamientos, sus procedimientos y promesas, nos ayudará a tomar la decisión adecuada.
Reclamo estético sin prescripción profesional
Ya hemos explicado que el uso de alineadores con un simple reclamo estético puede provocar graves problemas de salud y que es un tratamiento de ortodoncia, especialidad de la odontología. Por eso este tipo de tratamientos deben llevarse a cabo bajo la prescripción y el seguimiento de un dentista, único profesional capacitado para diagnosticar y tratar los problemas bucodentales.
En la mayoría de estos casos, los alineadores invisibles suelen comprarse directamente de manera online para aplicarlos en el propio domicilio, sin ningún tipo de supervisión facultativa. Esta práctica vulnera, además, el Artículo 3.5 del Real Decreto Legislativo 1/2015, de 24 de julio, en el que “se prohíbe la venta, por correspondencia y por procedimientos telemáticos, de medicamentos y productos sanitarios sujetos a prescripción”.
Tratamientos sin estudio, diagnóstico y seguimiento
Para iniciar un tratamiento de ortodoncia con alineadores, el dentista realiza un exhaustivo estudio de la boca del paciente que incluye la recogida de datos médicos, exploración intraoral, funcional y extraoral, radiografías e impresiones. Sólo con los resultados de estas pruebas debe elaborarse un diagnóstico que permita establecer en cada caso el plan de tratamiento adecuado.
Una vez iniciado este tratamiento, el dentista será el encargado de llevar a cabo su seguimiento, permitiendo comprobaciones, correcciones y, en definitiva, garantizar el desarrollo correcto del tratamiento.
Precios de risa
La competencia entre precios es habitual y suele darse en todos los sectores pero, en estos casos, debemos hablar de jugar con cantidades con las que podemos estar poniendo en riesgo la salud bucodental del paciente. Y es que estamos hablando de profesionales, proveedores, materiales, servicio y seguimiento médico… es decir, costes que, en la mayoría de estos casos, no se asumen, dando lugar a precios llamativos que ninguna clínica dental es posible que pueda llegar a ofertar.
Resultados en tiempo récord
La duración de un tratamiento de ortodoncia invisible depende fundamentalmente de la complejidad de la maloclusión a tratar y de ahí que existan dos tipos de tratamientos con alineadores. El primero estaría indicado para los casos más sencillos y su duración oscilaría entre los 9 y 12 meses de tratamiento. El segundo es el recomendado para pacientes que precisan correcciones tanto en el alineamiento como en la mordida. En este caso, el tratamiento puede llegar a durar 24 meses.
¿Capacitación profesional?
Así es, en el caso de los tratamientos de ortodoncia invisible realizados con Invisalign, además de ser un dentista/ortodoncista en que debe aplicarlos, existe una capacitación extra profesional otorgada por el propio proveedor y que está determinada por el número de casos que han tratado y por su nivel de experiencia con la tecnología Invisalign.
Este sello de certificación es garantía de profesionalidad y experiencia ya que la acreditación mínima exigida es la denominada Bronze Provider, es decir, la que otorgan a un profesional que ha recibido 10 clases de continuación de Invisalign al año.
En la Clínica Dental Calas, nuestra ortodondista, Ana Sánchez, ha obtenido ya la certificación Platinium Provider, es decir, está a tan sólo unos casos de conseguir la máxima acreditación que otorga Invisalign, la Diamond Provider.
Ahora que tenéis algunas claves para saber qué tratamientos con alineadores cumplen con las garantías y normativas existentes, la decisión está en vuestras manos.